“Las medidas que estamos adoptando y los recursos que estamos movilizando van a permitir que los centros educativos que tenemos en España sean lugares seguros, más seguros que cualquier otro alternativo para nuestros niños, niñas y jóvenes”. Con ese mensaje, la ministra Isabel Celaá ha querido transmitir tranquilidad al alumnado, a sus familias y al profesorado ante el inicio de un nuevo curso “lleno de interrogantes y con la amenaza de la COVID-19”.

Consciente de la incertidumbre existente, la titular de Educación y Formación Profesional ha reconocido que “ni en este caso ni en ninguno existe el riesgo cero”. Sin embargo, los beneficios de asistir a clase son, a su juicio, “mucho mayores que los posibles riesgos asociados a la pandemia”, por lo que “es imprescindible que hagamos el mayor esfuerzo para que las escuelas funcionen, se abran y permanezcan abiertas”. En este sentido, ha incidido en que el “derecho fundamental a la educación debe ser cuidado con esmero” y “protegido”, de manera que el alumnado pueda “seguir aprendiendo y recuperar el impacto del cierre de los colegios durante los últimos meses”.

En su comparecencia, a petición propia, en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso, para informar sobre las medidas adoptadas por el Gobierno para asegurar un inicio del curso escolar 2020/2021 en condiciones de seguridad para todos los estudiantes, docentes y personal de los centros educativos, en coordinación con las comunidades autónomas, Celaá ha explicado que la experiencia “ha confirmado la importancia de la presencialidad para el desarrollo habitual de las tareas educativas y formativas”. Bajo esta premisa, se realizarán los esfuerzos necesarios para garantizar la modalidad presencial en todas las enseñanzas, niveles y etapas.

Los centros adaptarán sus programaciones didácticas de las diversas áreas, materias, ámbitos o módulos en el marco de lo establecido por las administraciones educativas, con el fin de “recuperar los aprendizajes imprescindibles no alcanzados y permitir al alumnado el logro de los objetivos previstos”. Además, elaborarán planes de seguimiento y apoyo para los estudiantes que experimenten mayores dificultades en las circunstancias actuales. En este punto, la ministra aludió a la aprobación del programa PROA+, concebido como un proyecto de cooperación territorial entre el MEFP y las comunidades autónomas.

Tras hacer un pormenorizado repaso por todas las actuaciones desarrolladas por el ministerio que dirige desde el comienzo de la crisis sanitaria debido al coronavirus y enumerar las medidas acordadas con las comunidades autónomas, Celaá se refirió a la reunión mantenida entre los ministerios de Educación y Sanidad, y las CCAA en la que se acordó una propuesta de actuaciones coordinadas en Salud Pública frente a la COVID-19 para centros educativos de cara al curso 2020-2021.