El acoso escolar ha registrado un repunte en el último curso, con la vuelta completa a la presencialidad en las aulas, aunque su impacto sigue siendo menor que antes de la pandemia. Así se desprende de un informe de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, que revela que el 24,4% del alumnado percibe que existe bullying en su clase. Este porcentaje se situaba en el 15,2% el pasado curso escolar, mientras que en 2019 ascendía hasta el 34,1%.

De las conclusiones de esta investigación, en la que han participado 5.123 estudiantes y 229 profesores, se extrae que el acoso escolar está cambiando desde que tuvo lugar el confinamiento. El tipo de agresión que en los últimos años ha experimentado una tendencia creciente hace referencia a los insultos, los motes y las burlas (89,5%). En cambio, “se observa que se han reducido el resto de formas de meterse con la víctima: difusión de rumores, aislamiento, golpes y patadas, amenazas, robo o rotura de objetos, hacer fotos y vídeos”, según indica el documento titulado “La Opinión de los Estudiantes”.

Más de la mitad de los alumnos consultados (51,3%) piensa que el bullying afecta a una sola persona y casi tres de cada diez (29,9%) creen que quien lo sufre se enfrenta a esta situación desde hace más de un año. Entre los motivos por los que se producen estos comportamientos, destacan “el aspecto físico de la víctima” (56,5%) y “las cosas que hace o dice” (53,6%). Además, en el 72,6% de los casos, el acoso suele llevarse a cabo entre varias personas, un dato que pone de relieve que “se ha producido un incremento de las agresiones en grupo en los últimos años”, tal y como apunta el citado documento.

En cuanto al ciberbullying, el 8,2% de los estudiantes afirma que alguien en su clase es víctima de este tipo de conductas, lo que supone 16 puntos porcentuales menos que en el curso anterior. La aplicación de WhatsApp (66,9%) es el principal medio por el que se produce el ciberacoso, aunque entran en escena con fuerza redes sociales no mencionadas en encuestas anteriores, como Instagram (53,1%) y TikTok (48,6%). Los escolares, sobre todo los de Educación Primaria, también citan en este contexto los juegos online, Twitch y Facebook.

En el 85,2% de los casos, los ciberacosadores son conocidos de la víctima del centro escolar y, en su mayoría, son compañeros de la misma clase, según señala el IV Informe sobre acoso escolar de las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR, en el que se recogen, asimismo, las medidas que, a juicio de los estudiantes, servirían para acabar con el ciberbullying. Entre ellas, las principales serían comunicárselo a un adulto, borrar o bloquear cuentas y eliminar los mensajes, y denunciarlo.

Otro dato llamativo de esta investigación es que el 24,4% del alumnado reconoce haber participado en una situación de acoso escolar o ciberacoso sin darse cuenta, lo que representa 2,6 puntos porcentuales más que en 2020 y 2021. Además, el documento califica como “muy preocupante” que el 45,4% de los chicos y chicas “perciba la no intervención del profesorado ante una situación de bullying”, a lo que se suma que seis de cada diez estudiantes manifiestan que “el centro escolar no hace nada” cuando se producen estos episodios.

La opinión del profesorado

En lo que respecta a los profesionales de la enseñanza, el 45,9% de los consultados ha tenido conocimiento de algún caso de acoso escolar. De estos, algo más de la mitad son profesores de Educación Secundaria y siete de cada diez son mujeres, y admiten que suelen enterarse de este tipo de situaciones a través de compañeros o testigos, o de la familia o del alumno afectado, más que por ellos mismos.

Como aspectos “bastante” o “muy decisivos” para que se produzca el bullying, el profesorado resalta sobre todo el uso indebido de las nuevas tecnologías y las redes sociales, la presión del grupo de amigos, la falta de respeto a las diferencias, la inadecuada gestión emocional en los niños, niñas y adolescentes para resolver conflictos y la normalización de la violencia.

Los agresores, por lo general, son vistos por los profesionales encuestados como personas que tienen sentimiento de superioridad y falta de habilidades sociales, aunque la característica a la que aluden mayoritariamente los maestros de Educación Primaria está más relacionada con problemas psicológicos, como inseguridad, baja autoestima, frustración o miedo al rechazo.

En cuanto a las principales acciones que propone el profesorado para que las familias contribuyan a prevenir el acoso escolar están el prestar más atención a sus hijos, hacer buen uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, y educar en valores. Y sobre las intervenciones que este colectivo considera más efectivas para abordar el problema del bullying, destacan las actividades de sensibilización y prevención con especialistas (talleres, charlas, etcétera), la aplicación de protocolos de actuación y la formación del profesorado.

Datos del estudio

El IV Informe sobre acoso escolar “La Opinión de los Estudiantes”, de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, ha sido elaborado a raíz de los testimonios de 5.123 alumnos y 229 profesores (1,1% error muestral al 95%). La investigación se ha realizado gracias a los 691 talleres que ambas instituciones han impartido en más de trescientos centros educativos repartidos por cinco comunidades autónomas (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Islas Baleares e Islas Canarias) desde septiembre 2021 a junio 2022, de los que se han beneficiado 13.143 estudiantes.