La ministra de Educación y Formación Profesional está dispuesta a dialogar con todas las formaciones políticas para alcanzar un Pacto Educativo. “Vamos a intentar mejorar las condiciones para acomodar ese acuerdo que la sociedad nos demanda” y “explorar las posibilidades” con el fin de darle estabilidad al sistema, ha declarado Isabel Celaá, quien ha incidido en que “la ciudadanía nos reclama pactar, porque la educación es más que las ideologías en las que nos reconocemos”.

“Tenemos miradas distintas, pero tenemos que hacer el esfuerzo por dirigirlas hacia la misma dirección”, ya que “necesitamos el diálogo en la convicción de que la educación es el eje de todo cambio, del personal y del social”. En esos términos se pronunció la nueva titular del ramo tras recibir la cartera ministerial de manos de su predecesor en el cargo, Íñigo Méndez de Vigo, de quien destacó “su buena voluntad y actitud favorable” para intentar lograr un Pacto Educativo que finalmente no pudo conseguirse.

La que fuera consejera y parlamentaria vasca admitió durante su discurso que “no es poca cosa ser ministro o ministra de España” y habló de la educación como herramienta de transformación inclusiva. En este sentido, abogó por “cuidar a cada alumno, porque no nos podemos permitir perder el talento de nadie si lo que queremos es aumentar el nivel de competencia y conocimiento de la sociedad española”.

En cuanto a la Formación Profesional, Celaá lamentó que actualmente estos estudios no estén en España “a la altura de la importancia que se le concede en otros países europeos”, donde “un titulado en FP es una personas absolutamente competente”. Ante tal panorama, planteó la necesidad de establecer “un buen convenio y buena comunicación entre los empresarios, los centros educativos, los representantes de los trabajadores y los agentes sociales” para poner en valor esta vía formativa.

Por otro lado, subrayó que la enseñanza concertada no tiene “nada que temer” tras la llegada al Gobierno de los socialistas, puesto que el nuevo Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez conoce “su valor y la respetamos”. “Yo he gestionado la educación en un ámbito autonómico y he sabido entenderme con todos”, comentó la ministra, quien también defendió las lenguas cooficiales como “signo de muestra de la personalidad diversa de España” y “cauce de pensamiento y de sentimiento”. Celaá, además, es consciente de para conseguir los objetivos en el ámbito educativo hay que “trabajar con las autonomías para lograrlo”.

La despedida de Méndez de Vigo

Íñigo Méndez de Vigo se despidió de su cargo como ministro de Educación, Cultura y Deporte definiéndose a sí mismo como un “abogado” del Pacto Social y Político por la Educación, deseando a su sucesora “toda la suerte del mundo” y poniéndose a su disposición para lo que la nueva titular de la cartera pueda necesitar. Asimismo, tuvo palabras de agradecimiento para el Rey, quien ha mostrado siempre el compromiso de la Corona con la educación, para el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, para sus compañeros y para su “extraordinario” equipo.

Tras referirse, asimismo, a los consejeros autonómicos con responsabilidades en materia educativa como “amigos leales”, Méndez de Vigo aseguró que a lo largo de los tres años que ha estado al frente del ministerio se han logrado “cosas positivas”, como dar “certidumbres y seguridades” a la comunidad educativa, aunque también reconoció que todavía “quedan cosas por hacer”.

Celaá, una profesional con una dilatada trayectoria

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, designó como ministra de Educación a Isabel Celáa, quien ya ejerció entre 2009 y 2012 como consejera de Educación, Universidades e Investigación en el Ejecutivo vasco e impulsó una ambiciosa reforma de la enseñanza pública en esa comunidad, apostando por el trilingüismo y la incorporación de las nuevas tecnologías en los centros docentes, a través del programa ‘Eskola 2.0’. Licenciada en Filosofía, Filología Inglesa y Derecho, y catedrática de Lengua y Literatura Inglesa, esta destacada representante del PSE-EE ha sido además diputada autonómica y presidenta de la Comisión de Asuntos Europeos y Acción Exterior del Parlamento Vasco.

En cuanto a sus responsabilidades institucionales, la trayectoria de Celáa en materia de educación comenzó en 1987, año en el que se convirtió en responsable del gabinete del entonces consejero vasco del ramo, José Ramón Recalde. Posteriormente ostentó, entre otros, los cargos de viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación; parlamentaria; directora de gabinete de la Consejería de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad Social; y vicepresidenta primera del Parlamento Vasco.