Revertir el aumento del abandono escolar, asegurar la calidad del aprendizaje, evitar la inequidad, mantener las escuelas abiertas siempre que sea posible y dar apoyo socioemocional a la infancia son los grandes retos de la educación en la era COVID-19, según la ONG Educo, que advierte que, en el caso de España, la desigualdad se ha incrementado con la pandemia hasta el punto de que parte del alumnado se enfrenta a una triple brecha: económica, social y educativa.

Con motivo del Día Internacional de la Educación, esta organización ha puesto de relieve que la crisis del coronavirus ha desencadenado una “emergencia educativa sin precedentes” y ha empeorado las desigualdades que ya existían y que afectan en particular a los más vulnerables. En este sentido, su directora general, Pilar Orenes, ha denunciado que “las consecuencias económicas y sociales de la pandemia están dificultando que millones de niños y niñas en todo el mundo puedan ejercer su derecho a la educación”.

Ante este panorama, Educo destaca la necesidad de combatir el abandono escolar, cuya tasa ha crecido especialmente en algunos países tras el cierre de los centros educativos a raíz de la alerta sanitaria, y garantizar la calidad del aprendizaje, sobre todo en la enseñanza semipresencial o a distancia. Para ello, los estudiantes tienen que disponer de las herramientas digitales necesarias y recibir apoyo específico para ponerse al día después de haber perdido clases durante estos meses.

Esta entidad, que también considera fundamental la adopción de medidas encaminadas a asegurar la igualdad de oportunidades de los niños y niñas, aboga además por “mantener las escuelas abiertas siempre que las condiciones sanitarias lo permitan”, apostándose por la presencialidad, y brindar apoyo socioemocional en el entorno escolar al alumnado que, a causa de la expansión del coronavirus, ha tenido que enfrentarse a circunstancias complicadas, como “los problemas económicos de sus familias, la pérdida de relaciones sociales o la creciente incertidumbre en el futuro”.

En España, “enfrentamos prácticamente los mismos retos que el resto de los países”, asevera Orenes, quien pide “abordar con urgencia problemas previos a la pandemia que, muy probablemente, la COVID19 ha profundizado”. Es el caso de la tasa de fracaso escolar y abandono temprano, que “se situaba antes de la crisis sanitaria por encima del 17 por ciento, uno de los porcentajes más altos de Europa”, según apunta la directora de Educto, quien también señala que, “durante el confinamiento estricto, entre un 20 y un 30 por ciento del alumnado estuvo completamente desconectado”.

A su juicio, “es imprescindible un sistema educativo que se adapte a los cambios con agilidad y rapidez, que no deje a nadie atrás y que centre sus esfuerzos en los más vulnerables”. Además, “hay que romper la brecha digital e incorporar las tecnologías digitales en educación”, una meta que no consiste solo en tener un ordenador o acceso a internet, “sino que el alumnado, el profesorado y las familias sepan cómo usarlos para seguir con las clases”.

Desde Educo se pide que las medidas que se tomen estén enfocadas a asegurar la equidad educativa a todo el alumnado y ante cualquier circunstancia, y que se garantice la educación no formal, ya que “una gran variedad de actividades extraescolares, de ocio y tiempo libre, contribuye al desarrollo y bienestar de la infancia”.