El 47% de los alumnos españoles recibe clases particulares, aunque en el caso de los hogares económicamente más pudientes, el porcentaje de escolares que se beneficia de este tipo de formación fuera del aula duplica el de aquellos que tienen menos recursos. Además, el gasto medio por estudiante es tres veces mayor en las familias con más ingresos y “sus clases están más enfocadas a conseguir una ventaja competitiva” que a reforzar o recuperar asignaturas.

Así se desprende del informe ‘Educación en la Sombra en España: Una radiografía del mercado de clases particulares por etapa escolar, capacidad económica de los hogares, titularidad del centro y Comunidad Autónoma’, publicado por EsadeEcPol, que señala que estas enseñanzas constituyen “un mercado bien implantado” en todos los niveles educativos, “pero con un volumen especialmente alto entre los estudiantes de ESO y de Bachillerato (por encima del 60 por ciento)”.

La Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación (EGHE) revela que el gasto total en clases particulares durante el curso 2019/2020 ascendió a 1.700 millones de euros, si bien en 2020 se registró una caída, debido sobre todo al impacto del confinamiento a raíz de la pandemia. Por tanto, según el estudio realizado por el catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la UNED, Juan Manuel Moreno, y el economista e investigador Ángel Martínez, las dimensiones de este mercado en España “son aún mayores de lo estimado a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares” (850 millones ese mismo año). En cuanto al desembolso por alumno en clases particulares, el promedio se sitúa en 270 euros por curso escolar, siendo el más alto el de la Comunidad de Madrid, con 350 euros de media, y el más bajo el de Castilla-La Mancha, con 153 euros.

El informe de EsadeEcPol señala además que a pesar de que la Educación en la Sombra “se ha extendido con gran fuerza”, sigue siendo “una inversión que distingue a los hogares más ricos”, cuyo gasto medio por alumno triplica el de las familias más pobres, tanto en la red pública como en la concertada. También es muy superior el porcentaje de estudiantes con más recursos que reciben clases particulares (por encima del 60%), frente al de escolares pertenecientes a familias con menos ingresos (30%).

Asimismo, dos de cada tres euros gastados en clases particulares en España van para ampliar y perfeccionar conocimientos, mientras que uno se destina a reforzar y recuperar materias del currículum, como las matemáticas o la lengua. Los idiomas, en concreto, concentran el 46% de esta inversión y “son la prioridad número uno” de los hogares españoles en Educación en la Sombra, según el citado documento, que apunta que “cuantos más recursos tiene una familia, mayor es su gasto en clases de idiomas”.

Por etapas y niveles, el gasto en clases particulares en Educación Infantil y Primaria es similar en todos los casos, aunque, en ESO y Bachillerato, el desembolso por alumno se incrementa un 50% en la enseñanza concertada respecto de la pública, y se triplica en la privada. Otra diferencia notable se encuentra en la proporción que se dedica a las clases particulares de las materias curriculares centrales: mientras que es prácticamente inexistente entre los estudiantes de la escuela privada, alcanza un 30% del total en la red concertada, y algo más del 40% entre los escolares de la pública, siendo la categoría más importante de gasto en esta red.

El informe de EsadeEcPol concluye que “el volumen del mercado de Educación en la Sombra en España ha crecido de modo imparable en lo que va de siglo y representa una parte cada vez más importante del gasto privado en educación (casi un 15 por ciento en 2021)”, por lo que plantea la necesidad de hacer un “seguimiento sistemático” de esta realidad e investigar “sus efectos sobre la calidad e igualdad educativas, así como sobre los factores que aceleran su crecimiento”.