El secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar, ha presentado a las Comunidades Autónomas, en la Comisión General de Educación, el borrador del Real Decreto que regulará la prueba de acceso a la universidad, que mantiene la estructura y el número de exámenes, adaptándolos al nuevo currículo. Una de las principales novedades que recoge este texto es el aumento del tiempo para la realización de los ejercicios, pasando de 90 a 105 minutos.

Los alumnos que hayan obtenido el título de Bachillerato y quieran estudiar en la universidad se examinarán de Lengua y Literatura II, Lengua Extranjera II, la materia obligatoria de su modalidad y de Historia de España o Historia de la Filosofía, que vuelve a ser obligatoria en esta etapa con la nueva Ley de Educación. Además, en aquellas comunidades con lengua cooficial, se añadirá un examen sobre la misma.

El resultado de la prueba supondrá el 40% de la nota para el acceso a la universidad, mientras que la media de Bachillerato representará el 60% restante. Además, como sucedía hasta ahora, habrá una fase de admisión en la que los estudiantes podrán realizar hasta tres exámenes más con los que la calificación máxima posible ascendería a 14 puntos.

El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha trabajado junto al alumnado, las familias, expertos en distintas materias, administraciones y universidades en la elaboración de este borrador, el cual establece una estructura común para la prueba, que tendrá además un marco común para su evaluación. En concreto, el departamento que dirige Pilar Alegría ha contado con la colaboración de la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA), la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), la Red Española de Filosofía y la Federación Española de Asociaciones Científicas de Historia, entre otros.

Según publica El Confidencial, la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) incluirá “ejercicios menos memorísticos en los que el estudiante deberá reflexionar antes de contestar” y, como hasta ahora, dará a los alumnos que no estén conformes con la nota obtenida en un ejercicio la posibilidad de pedir una segunda revisión, de modo que si la diferencia entre ambas calificaciones es igual o superior a dos puntos, el tribunal tendrá que hacer una tercera revisión.

[Imagen: Ministerio de Educación y Formación Profesional]