España se encuentra entre los países europeos con mayor número de medidas destinadas a fomentar la diversidad y la inclusión del alumnado. Así lo pone de relieve el informe ‘La promoción de la diversidad y la inclusión en los centros educativos de Europa’, publicado por la red Eurydice, perteneciente a la Comisión Europea, en el que se destacan iniciativas como el Programa de Bienestar Emocional desarrollado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Nuestro país forma parte de los sistemas educativos de Europa que han implementado medidas para identificar las necesidades de apoyo educativo y socioemocionales de los estudiantes, y es uno de los pocos que, en materia de legislación, ha incluido iniciativas específicas dirigidas a casi todos los colectivos en riesgo de sufrir discriminaciones. En concreto, en el ámbito de la inclusión del alumnado migrante o refugiado, el documento resalta como ejemplo el Plan de Contingencia para la escolarización de los estudiantes ucranianos desplazados a España, puesto en marcha tras la invasión rusa de Ucrania y que ha permitido la escolarización en buenas condiciones de más de 38.000 alumnos y alumnas.

Según fuentes del MEFP, “en términos generales, muchos marcos políticos estratégicos promueven la inclusión del alumnado con necesidades educativas especiales o con discapacidad, del alumnado romaní y del alumnado inmigrante o refugiado, mientras que las políticas dirigidas a promocionar la igualdad de género y a prevenir el antisemitismo y la discriminación del alumnado LGTBIQ+ son menos frecuentes”.

Según la publicación de la red Eurydice, que analiza las medidas adoptadas en este ámbito por los 39 sistemas educativos europeos, con el objetivo de dar a conocer esas iniciativas y promover ejemplos de buenas prácticas, un tercio de los países –incluida España– ofrece apoyo para la accesibilidad y la participación en los centros escolares de los alumnos y las alumnas con necesidades especiales, grupos en riesgo de exclusión y estudiantes de zonas rurales y remotas. A este respecto, el citado informe se hace eco del Programa de Cooperación Territorial español para la creación de Unidades de acompañamiento y orientación personal del alumnado educativamente vulnerable, cuya finalidad es la de acompañar a los discentes en dificultad y evitar el fracaso escolar.

España, además, cuenta con uno de los sistemas educativos que disponen de políticas de admisión adicionales destinadas a promover la diversidad y prevenir la segregación, al tiempo que ha reformado sus currículos en los últimos años para reforzar la promoción de la inclusión a través de la enseñanza. En este sentido, desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional se apunta que, con la aprobación de la LOMLOE y de su desarrollo curricular, “España es ahora uno de los tres países, junto a Islandia y Albania, con planes de estudio que abordan la diversidad e inclusión de todos los grupos en riesgo de discriminación”, con un currículo que incorpora “todos los temas analizados por el estudio en este apartado, incluidos los derechos humanos, la concienciación sobre la exclusión o el acoso y el lenguaje inclusivo”.

En lo que respecta al profesorado, este país es uno de los ocho de Europa con políticas y medidas destinadas a fomentar la diversidad en la contratación de docentes. Asimismo, al igual que ocurre tan sólo en Suecia y Finlandia, las autoridades educativas españolas trabajan en cooperación con organismos nacionales de vigilancia, como el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia o el Instituto de las Mujeres, en todos los apartados analizados en el documento de Eurydice.

Por último, el informe también subraya la existencia en España de varios organismos de primer nivel que se ocupan de la discriminación en la educación, como el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar, el Foro para la Inclusión Educativa del Alumnado con Discapacidad o iniciativas de las comunidades autónomas como el Plan de Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia (PREVI) de la Comunitat Valenciana.