El rendimiento de los estudiantes españoles en ciencias y matemáticas ha empeorado, según el último Informe PISA, en el que el alumnado de este país ha obtenido puntuaciones por debajo de la media de los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, responsable de estas pruebas. Además, aún quedan por conocerse los resultados de España en competencia lectora, al haber pospuesto la OCDE la publicación de estos datos.

En concreto, los alumnos españoles han logrado 481 puntos en matemáticas, cinco menos que en la evaluación anterior, llevada a cabo en 2015. En este sentido, el Ministerio de Educación y Formación Profesional destaca que ha habido “un leve pero continuo descenso” y que “las chicas mejoran su rendimiento” en esta competencia de modo que “la diferencia con sus compañeros masculinos cae hasta los seis puntos”.

En ciencias, España ha obtenido 483 puntos, diez menos que hace tres años, aunque se sitúa por encima de países como Italia, Luxemburgo e Islandia, entre otros. “Chicos y chicas puntúan de forma similar en esta prueba que, a pesar del descenso registrado frente a la edición de 2015, mantiene una línea de estabilidad, según la OCDE”, tal y como se indica desde el departamento que dirige Isabel Celaá.

Estonia, con una puntuación de 523 en matemáticas, 530 en ciencias y 523 en lectura, es el estado con mejor promedio de la OCDE en el Programa para la Evaluación Integral de Alumnos, mientras que China, Singapur y Hong Kong son los que presentan los resultados internacionales más altos de las pruebas realizadas en mayo de 2018, a las que se enfrentaron seiscientos mil alumnos de 79 países. En el caso de España fueron examinados más de 35.000 estudiantes de quince años, pertenecientes al último tramo de la Educación Secundaria Obligatoria, de más de un millar de institutos de todas las comunidades autónomas, seleccionados de forma aleatoria.

Precisamente, el Informe PISA 2018 ha puesto de manifiesto las enormes diferencias que existen entre territorios respecto al rendimiento escolar en los ámbitos analizados, y así lo constata el hecho de que los discentes de Navarra o Galicia obtuvieran casi cien puntos más en matemáticas y ciencias, respectivamente, que los de Ceuta, que se colocan a la cola del país junto a los de Melilla.

Por otra parte, el 86,5% de los alumnos españoles se siente integrado en sus institutos, el 86,8% declara que le cae bien a sus compañeros y alrededor del 81% hace amigos con facilidad, unos datos que sitúan a España en el primer puesto en cuanto al sentido de pertenencia al centro educativo. “Esto proporciona a los estudiantes un sentimiento de seguridad, identidad y comunidad que ayuda de forma positiva a su desarrollo académico, psicológico y social”, según el Ministerio de Educación y FP.

Dicho bienestar se refleja en los datos sobre acoso escolar, que en España afecta al 17% de los estudiantes, por debajo del promedio de la OCDE, aunque desde en los últimos tres años ha aumentado en dos puntos. Con todo, el índice de exposición al ‘bullying’ en nuestro país es de los más bajos de la serie, mientras que la sensibilidad ante esta problemática es superior a la de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Otro dato llamativo es que el estatus socioeconómico es “un fuerte predictor de los resultados” de las evaluaciones de PISA en todos los países y “explica un 12% de la variación en los resultados en matemáticas y un 10% en ciencias en España”. Además, los estudiantes con antecedentes de inmigración obtienen peores resultados que los no inmigrantes en ambas pruebas.