El Proyecto de Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE) continuará con su tramitación parlamentaria después de que el Pleno del Congreso haya rechazado las enmiendas a la totalidad presentadas por Partido Popular, Ciudadanos y Vox al texto. La futura norma permitirá derogar la LOMCE y sus “consecuencias negativas”, y abrir “una puerta a otras mejoras que nuestro sistema educativo necesita”, abordando sus “principales retos”, según ha recalcado Isabel Celaá.

Durante el debate en la Cámara Baja, la ministra de Educación y Formación Profesional ha incidido que el primer objetivo de este proyecto de ley, “oportuno y necesario”, es el de “aumentar las oportunidades educativas y formativas de toda la población, contribuyendo a mejorar su nivel competencial por medio de la aprobación de un currículo moderno, flexible y ágil”. De ahí que se apueste por la detección precoz de las dificultades, por una mayor personalización del aprendizaje y por reforzar la autonomía de los centros.

La conocida como ‘Ley Celaá’ también reforzará la equidad y la capacidad inclusiva del sistema con medidas que impidan la segregación, propondrá que se preste un interés particular a la escuela rural y a la insular, e impulsará la competencia digital entre los estudiantes de todas las etapas. Asimismo, con la LOMLOE se fortalecerá el valor educativo de la atención a los menores de tres años, para garantizar la igualdad de oportunidades desde las primeras etapas, y se mejorarán los procesos de formación inicial y de acceso a la función docente, así como la formación permanente del profesorado.

El texto, que por primera vez establece como principio rector el cumplimiento de los derechos de la infancia, tal y como se establece en la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas, se sustenta además en un enfoque transversal del refuerzo de los aprendizajes, en el reconocimiento de la importancia de atender al desarrollo sostenible, en el aprendizaje de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y en incorporar a la educación el cambio digital.

Por otra parte, esta nueva norma será la base de una reforma más amplia del sistema, que permitirá flexibilizar la Formación Profesional, agilizar la introducción de nuevos contenidos, organizar el acceso a los ciclos formativos y reforzar los procesos de acreditación de competencias profesionales y personales. De esta manera, se desarrollará una FP inclusiva, no sexista, personalizada, competencial, sostenible y digitalizada, que permita a los jóvenes acceder al mercado laboral en las mejores condiciones.

Frente a los partidos y organizaciones que se oponen a la LOMLOE, Celaá sostiene que rechazar este proyecto “supone defender el mantenimiento de una ley”, la LOMCE, “que ha dado cobertura normativa a la política de recortes en educación, pasando del 5,04% del PIB en 2009 al 4,2% en 2018”. En este sentido, la ministra ha argumentado que “los talentos se potencian con inversión, no con recortes”, por lo que el texto en fase de tramitación se compromete a mejorar la financiación pública de este ámbito.