La presidenta de la Comunidad de Madrid ha anunciado que el Gobierno autonómico recurrirá ante el Tribunal Supremo el Real Decreto sobre el currículo de Bachillerato, aprobado por el Ejecutivo central en el marco de la LOMLOE, al entender que faltan contenidos y que contiene una elevada carga ideológica. Según Isabel Díaz Ayuso, “están volando los puentes entre el pasado, el presente y el futuro, y dinamitando el armazón en el que se sustenta la convivencia española”.

El Gobierno madrileño considera que, con esta norma, se dejan de lado aspectos esenciales para la formación del alumnado, lo que es especialmente perjudicial en Bachillerato, al tratarse de una etapa fundamental que da acceso a los estudios superiores y universitarios. Por ello, pedirá la suspensión cautelar del Real Decreto, con el fin de poder usar, mientras tanto, los libros de texto actuales, y no se descarta recurrir al Tribunal Constitucional.

“El Gobierno más débil de la democracia [en referencia al Ejecutivo de Pedro Sánchez] no debería destrozar así la educación de todos los españoles”, ha destacado Díaz Ayuso, al tiempo que ha manifestado que “no puede silenciarse el debate sobre algo tan importante que se gestó en mitad de una epidemia, en coalición con lo más dañino que tiene España, y sin consenso”. A esto se suma el desarrollo normativo que se está llevando a cabo ahora “con plazos imposibles de cumplir, con las peores artes suplantando el sistema de saberes, conocimientos y acervo cultural que conecta entre generaciones nuestro pasado, presente y futuro y con afán de ingeniería social”.

Para la presidenta madrileña, esta reforma educativa “no puede ejecutarse sin un gran debate nacional sereno, plural, transparente y abierto y donde participen todas las fuerzas cívicas, políticas y culturales”. Sin embargo, “estamos contemplando cómo el Gobierno busca transformar la sociedad y hacerla a su medida”, según ha denunciado. En la misma línea, ha indicado que las nuevas generaciones “no sabrán quiénes son y de dónde vienen” y “se les está instrumentalizando ante un presente de crisis, de drogas, de adicciones y ante un futuro que está por hacer”. Y todo ello, a su juicio, “forma parte de un rediseño de España entera”.

Tras conocer esta decisión de la Comunidad de Madrid, la ministra de Educación y Formación Profesional ha pedido a la presidenta autonómica que deje de “generar confrontación y ruido” con la educación y le ha emplazado a “hacer sus deberes” y aprobar los decretos de enseñanzas mínimas que le corresponde a las comunidades antes del inicio de curso escolar para acabar con la “incertidumbre” de las familias madrileñas. En opinión de Pilar Alegría, “no es propio de una alumna aventajada”, en alusión a Isabel Díaz Ayuso, anunciar ahora un recurso contra un texto “que lleva dos meses aprobado y publicado” en el BOE.

A este respecto, la titular del MEFP ha subrayado que los distintos currículos que se han ido aprobando “fueron diseñados y trabajados por cientos de profesores en activo que saben lo que llevan entre manos”, por lo que se merecen “respeto”. Además, ha incidido en que el ministerio se ha reunido en diversas ocasiones con las comunidades autónomas en el marco de la Conferencia Sectorial de Educación y “se ha hablado con todas de una manera unilateral para poder mejorar y recoger las aportaciones que nos hicieran llegar los distintos territorios”.

En cuanto a las acusaciones sobre “adoctrinamiento” a través de los libros de texto, la ministra ha explicado que el contenido de estos materiales educativos es sometido al criterio de los docentes, “quienes, de una manera autónoma, eligen qué libros utilizarán para este curso académico”. “Me resulta curioso que la presidenta que se presentó como la reina de la libertad ahora quiera censurarlo todo”, ha ironizado Alegría.

[Imagen: Comunidad de Madrid]