El Gobierno y las comunidades autónomas han acordado una Declaración de actuaciones coordinadas en Salud Pública frente al coronavirus para los centros educativos durante el curso 2020-2021, que recoge la necesidad de “retomar de forma prioritaria la actividad educativa presencial, pero adoptando una serie de medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente al COVID-19” que garanticen que la vuelta a las aulas “se realiza de la manera más segura posible”.

Dicho documento, que contempla un total de 29 medidas y cinco recomendaciones para su aplicación por las administraciones competentes, se ha dado a conocer tras la reunión celebrada de forma telemática entre el ministro de Sanidad, Salvador Illa; la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá; la titular de la cartera de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; y los consejeros y consejeras autonómicas de Sanidad y Educación. El propósito, según fuentes del MEPF, era “seguir avanzando en dotar a las administraciones de un marco común y construyendo un modelo de cogobernanza que genere confianza en la comunidad educativa”.

Entre otras decisiones, Gobierno y CCAA han acordado que, con carácter general, la actividad lectiva será presencial en todos los niveles y etapas, priorizándola para el alumnado de menor edad, al menos hasta segundo de la ESO. En este contexto, los centros, que deberán designar a una persona responsable para los aspectos relacionados con el COVID-19, permanecerán abiertos durante todo el curso, asegurando los servicios de comedor y el apoyo educativo a estudiantes con necesidades especiales o pertenecientes a familias socialmente vulnerables, siempre que la situación epidemiológica lo permita. Eso sí, se promoverá que las reuniones de coordinación y otras actividades no lectivas se realicen de forma telemática cuando sea posible para reducir la permanencia en las instalaciones del personal que trabaja en los centros.

Respecto a las medidas de prevención frente a la pandemia, se impone el uso obligatorio de la mascarilla a partir de los 6 años de edad y la necesidad de mantener, de manera general, una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Esta última limitación, sin embargo, no habrá de aplicarse en Educación Infantil y en el primer ciclo de Primaria, ya que el alumnado se organizará en grupos de convivencia estable para que los niños y niñas puedan socializar y jugar entre sí. Además, de forma previa a la jornada lectiva, se tomará la temperatura corporal a todos los estudiantes y al personal de los centros.

En cuanto a la higiene, se establece el lavado meticuloso de manos un mínimo de cinco veces al día, la intensificación de la limpieza de los centros (especialmente en los baños y lugares de mayor uso) y la ventilación frecuente de las instalaciones, al menos durante diez o quince minutos. En el transporte escolar será obligatorio el uso de la mascarilla a partir de los 6 años y recomendable entre los 3 y los 5 años, mientras que en los comedores se mantendrá la distancia interpersonal y se asignarán puestos fijos para todo el curso.

Por otra parte, las personas que presenten síntomas compatibles con COVID-19, ya sean alumnos, docentes u otros trabajadores, no podrán acudir a los centros educativos, ni tampoco aquellas que se encuentren en aislamiento por diagnóstico de coronavirus o en período de cuarentena por contacto estrecho con algún caso.

El Ministerio de Sanidad también ha presentado a las comunidades autónomas una ‘Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos’, que servirá de base a la hora de adoptar las medidas de prevención y control que llevarán a cabo las unidades de Salud Pública de las CCAA en caso necesario.

Asimismo, se desarrollarán actuaciones coordinadas en relación con la vacunación contra la gripe ante la posible coexistencia durante la temporada 2020-2021 de este virus con el del COVID-19.