Las diferencias salariales entre docentes que ejercen en distintas comunidades autónomas pueden llegar a superar, en algunos casos, los 600 euros, si se tienen solo en cuenta las retribuciones básicas y las complementarias. Así lo revela un informe que ha sido elaborado por el Sector de Enseñanza de la Federación de Servicios Públicos de UGT que, “a la vista de las significativas diferencias constatadas”, reclama la equiparación salarial del colectivo en todo el Estado.

Según los datos aportados por la Unión General de Trabajadores, los profesionales de la educación mejor remunerados son los vascos, seguidos de los castellano-manchegos, cántabros y navarros. Por el contrario, los salarios más bajos corresponden a los docentes asturianos, aragoneses y madrileños.

En Educación Primaria, los sueldos más elevados oscilan entre los 2.485,14 euros del País Vasco y los 2.231,58 de Navarra, mientras que en Secundaria se sitúan entre los 2.876,11 euros de Euskadi y los 2.571,65 de Castilla-La Mancha. En extremo opuesto figuran los maestros de Asturias, cuya nómina desciende hasta los 2.050,61 euros, y los de Madrid, que cobran 2.118,51. También los profesores de Secundaria asturianos y madrileños son los que menos salario perciben, 2.328,53 y 2.394,75 euros, respectivamente.

En este contexto, FeSP-UGT sostiene que las nóminas de los docentes de Ceuta, Melilla, Canarias y Baleares “no son equiparables a las del resto de comunidades, puesto que a su mensualidad suman también el correspondiente complemento de residencia, dadas sus peculiaridades geográficas”. Dicho complemento, en el caso de las Ciudades Autónomas, supone un aumento de 698,15 euros en las retribuciones de los maestros y profesores técnicos de Formación Profesional y de 937,85 en las de los de Secundaria.

En la enseñanza pública no universitaria, las retribuciones básicas hacen referencia al salario base, los trienios (cantidades que dependen fundamentalmente del cuerpo o escala profesional a los que se pertenece) y la antigüedad, y su cuantía viene determinada por la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Por su parte, las retribuciones complementarias dependen de la legislación autonómica y se sustentan en factores relacionados con el desarrollo de la carrera profesional. En este grupo se incluyen el complemento específico (con una variable general para todos los docentes y una singular vinculada al desempeño de algún cargo o función) y el de destino (ligado al cuerpo de pertenencia).

Así lo explican desde UGT, que ha querido llamar la atención sobre el hecho de que “los conceptos retributivos asociados al puesto o la antigüedad presentan también importantes diferencias entre territorios, a pesar de que se trata de complementos equiparables, como tutorías, trienios o sexenios”. Esta disparidad, según el sindicato, “aumenta aún más cuando se incluyen cantidades exclusivas de una comunidad, como, por ejemplo, las correspondientes a ‘Evaluación’ en el caso de Asturias, ‘Mejora del aprendizaje’ en Canarias o ‘Coordinador TIC’ en Madrid”.

Por otra parte, el informe sobre la evolución de los salarios a lo largo de los últimos nueve años elaborado por FeSP-UGT refleja “una progresiva pérdida de poder adquisitivo, consecuencia de la política de recortes, la congelación salarial y la parálisis presupuestaria”. No obstante, el Acuerdo para la mejora del empleo público y de las condiciones de trabajo, suscrito por el Gobierno y los sindicatos, ha posibilitado un incremento retributivo que ha sido del 2,25% fijo, más un 0,25% adicional, en 2019.

En cualquier caso, UGT ha exigido al Ejecutivo central y a las administraciones autonómicas que tomen las medidas oportunas para recuperar el poder adquisitivo de los profesionales de la enseñanza, revertir los recortes y reducir el horario lectivo del profesorado, ya que un “sistema educativo de calidad ha de cuidar de sus docentes y reconocerles su trabajo con un salario en consonancia a la responsabilidad asumida”.