Aunque la aplicación de medidas de seguridad y control frente al COVID-19 en los centros educativos probablemente conllevará una reducción de los casos de acoso físico en las aulas, es posible que, durante este curso marcado por la pandemia, aumenten los episodios de violencia psicológica y ‘ciberbullying’. Así lo han indicado desde la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR, tras dar a conocer las conclusiones del informe ‘La opinión de los estudiantes’.

Ciberacoso

En este contexto, ni la implantación de nuevos protocolos de vigilancia contra el coronavirus ni el distanciamiento social disuadirán a los agresores. Y es que, si bien “cabe esperar una disminución de la violencia física en espacios más supervisados”, resulta “previsible un aumento de la violencia psicológica basada en la burla, el aislamiento, el rechazo y la estigmatización del niño/a inseguro y el ciberbullying”, según afirma el director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, quien destaca la importancia de no bajar la guardia ante esta lacra.

Por su parte, el director de Programas de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros, recomienda prestar especial atención en la vuelta al colegio a los menores con “problemas emocionales previos”, como aquellos que han sido víctimas de acoso escolar. En este sentido, es fundamental entablar un diálogo entre padres, madres, hijos y docentes y, en caso necesario, “acudir a un psicólogo clínico que valore la situación”.

El informe presentado por las citadas entidades ha sido elaborado a partir de la información aportada por 12.388 alumnos y 387 profesionales de la educación pertenecientes a más de trescientos centros escolares que han participado en sus programas de sensibilización y prevención del acoso escolar entre 2018 y 2019. Según este sondeo, el 35,5% de los estudiantes conoce algún caso de ‘bullying’ entre sus compañeros de clase y, para detener estas situaciones, la mayoría de los consultados plantea, como opciones más valoradas, la necesidad de “unirse y decirle al agresor que pare” (79,2%) o “decírselo a un profesor o adulto” (77,8%).

Los datos relevan que los tipos de agresiones más habituales son los “insultos y motes” (79,8%), seguidos de los “empujones, collejas y escupitajos” (38,8%) y los “golpes y patadas” (29,5%). Sin embargo, los encuestados también hablan de aislamiento, robo o rotura de pertenencias, difusión de rumores y, en menor porcentaje, de humillaciones y ridiculizaciones, burlas, acoso sexual, amenazas e intimidaciones y ciberbullying. En cuanto a las causas por las que se producen estos ataques, siempre según la percepción de los compañeros, los principales motivos serían la forma de ser de la víctima (55,3%), su aspecto físico (49,8%) y las cosas que hace o dice (48,5%).

No obstante, del informe se desprende que los adolescentes españoles están cada vez más concienciados frente a esta problemática: la práctica totalidad (95,1%) lo reconoce como una forma de maltrato y un 44,2% considera que el ‘bullying’ no sólo afecta a quien lo padece, sino a todo el grupo.

Respecto a la figura del agresor, la mayoría de los docentes coinciden en que los instigadores suelen caracterizarse por un sentimiento de superioridad, una gran carga de complejos y un carácter violento. Además, tres cuartas partes del profesorado consideran que los centros educativos intervienen de forma adecuada en estos casos, especialmente si existe un protocolo de actuación y si hay información y sensibilización.

Para reducir el acoso escolar, algo más de la mitad de los profesionales de la enseñanza participantes en el estudio abogan por el diálogo entre padres, madres e hijos, mientras que cuatro de cada diez destacan la necesidad de inculcar valores de respeto y empatía. Como principales formas de intervención para atajar este problema, los docentes citan las tutorías, los talleres de concienciación y el diálogo.

‘La opinión de los estudiantes: II Informe de prevención del acoso escolar en centros educativos’ es una investigación realizada en el marco del programa de acción frente al ‘bullying’ puesto en marcha en 2016 por las fundaciones Mutua Madrileña y ANAR y que incluye, además de las iniciativas de prevención en instituciones escolares, campañas de concienciación en las redes sociales y la realización de estudios para conocer mejor la naturaleza y dimensión de este problema social.

Precisamente, para seguir ahondando en la sensibilización de los adolescentes, Disney y la Fundación Mutua Madrileña ponen en marcha este curso una nueva iniciativa de comunicación, titulada ‘Unidos somos más fuertes’, que se engloba en la iniciativa #ActivaTuPoder. El proyecto está basado en piezas audiovisuales con las que se pretende reforzar el mensaje de que los testigos del acoso escolar son figuras fundamentales para plantar cara al acosador y revertir la situación.