“Necesitamos profesores mejor formados para los cambios que inevitablemente van a sufrir los sistemas educativos y que puedan desarrollar carreras profesionales que motiven, reconozcan y premien su progreso y actualización”. En esos términos se ha pronunciado Pilar Alegría en la Comisión de Educación y FP del Congreso, donde ha dicho que la reforma de la profesión docente solo tendrá éxito si logra el respaldo de toda la comunidad educativa y consenso político.

La ministra de Educación y Formación Profesional ha recordado “la importancia capital que para la mejora a medio y largo plazo de la calidad de nuestro sistema educativo tiene que acertemos en esta reforma”. “Cualquier otro cambio que podamos hacer -ha añadido- no será eficaz si no contamos con un profesorado motivado, reconocido en su esfuerzo, bien formado y en actualización permanente de sus competencias”. A este respecto, ha puntualizado que, aunque España dispone de profesionales de buena calidad y muy comprometidos, existen varios aspectos de la carrera docente que esperan mejoras desde hace años, como los incentivos a la formación permanente, las prácticas innovadoras y el desempeño de la docencia, entre otros.

El MEFP ya ha elaborado un primer documento de 24 propuestas para iniciar esta ambiciosa reforma, en la que está trabajando en coordinación con las comunidades autónomas y representantes del profesorado, y que es un compromiso establecido en la nueva Ley de Educación (LOMLOE). Dicho texto, que se ha presentado a la comunidad educativa con el objetivo de centrar el debate, constituye un punto de partida al que se sumarán las aportaciones de los agentes implicados. Los planteamientos del ministerio abarcan desde el posible establecimiento de una prueba de acceso a los estudios de Grado en Educación Infantil y Primaria, hasta la revisión de los másteres de formación del profesorado, siempre con el criterio general de reforzar la formación práctica.

Tras destacar que es imprescindible contar con la participación y el acuerdo de las comunidades autónomas, los sindicatos y asociaciones de docentes, las universidades y otros ministerios, así como con el mayor apoyo posible de los grupos parlamentarios, Alegría ha incidido en que “España parte de una buena base en cuanto a la calidad del profesorado”. Sin embargo, “tenemos una necesidad objetiva de prepararnos mejor frente a los profundos cambios que se están produciendo en la sociedad”, lo que supone un “reto importantísimo” que “vamos a abordar con humildad, espíritu de diálogo incansable y convicción de que la reforma no será posible ni deseable sin conseguir un amplio respaldo de la comunidad educativa”, ha manifestado.

Durante su comparecencia en la Comisión de Educación y FP del Congreso de los Diputados, también se ha referido al nuevo modelo curricular propuesto desde el MEFP, que pone al alumnado en el centro del aprendizaje, aunando formación y socialización de un modo equilibrado. En el proceso de elaboración de los Reales Decretos de enseñanzas mínimas de cada etapa educativa han participado expertos de todos los ámbitos del conocimiento y con experiencia docente, buscando en todo momento, según la ministra, un resultado que obedeciera a criterios técnicos y rigurosos.

En cuanto a la situación epidemiológica en las aulas, Pilar Alegría ha explicado que la variante ómicron del coronavirus generó un alto número de contagios entre los menores de 12 años en las primeras semanas de enero, pero después la incidencia en este grupo cayó hasta situarse por debajo de la tasa media. Esto ha sido posible gracias a los elevados porcentajes de vacunación, a la disciplina en la aplicación de los protocolos de prevención higiénica y sanitaria, y al compromiso de toda la comunidad educativa. En el pico de la ola correspondiente a la citada variante, el 98,7% de los grupos estaban en funcionamiento y el 99,6% de los centros educativos estaban abiertos.