El Ministerio de Educación y Formación Profesional se ha propuesto avanzar en la modernización del sistema educativo tras la crisis sanitaria por el coronavirus y para ello continuará desarrollando las líneas de trabajo que ya avanzó Isabel Celaá antes de que se declarara el Estado de Alarma. Entre otras prioridades, destacan la reforma del currículo para garantizar la formación en las competencias que los estudiantes necesitan desarrollar y la actualización de la FP.

El MEFP también pretende reforzar la calidad de la Educación Infantil de 0 a 3 años, modernizar la profesión docente para impulsar la innovación curricular y didáctica, intensificar la apuesta por la digitalización del sistema y promover la educación en valores cívicos. Asimismo, el ministerio aboga por conseguir una mayor personalización de la enseñanza con el objetivo de reducir el abandono escolar y que ningún talento se pierda, por invertir en I+D e investigación educativa y por mejorar la autonomía de los centros, así como la participación de la comunidad educativa en la organización, el gobierno, el funcionamiento y la evaluación de estos.

Durante su comparecencia en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso, Celaá subrayó que la crisis sanitaria ha supuesto una “extraordinaria prueba de estrés” para el sistema educativo, que “ha puesto de manifiesto las necesidades de modernización que tiene para alcanzar los niveles de excelencia y equidad de un servicio público esencial para asegurar el crecimiento personal, el desarrollo económico y la convivencia democrática”.

Además, resaltó el “esfuerzo colosal” que han hecho los docentes, las familias y los estudiantes para poder “adaptarse a la nueva situación” a raíz de que comenzara la crisis y se decretara el Estado de Alarma, momento a partir del cual el MEFP empezó a trabajar siguiendo tres líneas fundamentales de acción: “Cuidar a las personas como principio fundamental, adecuar el sistema educativo a la necesidad de continuidad del aprendizaje y coordinar con las Comunidades Autónomas las actuaciones a realizar”. Precisamente, en base a esas premisas, el ministerio continuará desarrollando su hoja de ruta, cuyo objetivo principal es garantizar una educación de calidad en el futuro.

Tras la suspensión de las clases presenciales en toda España, el MEFP puso a disposición de las comunidades autónomas y de los docentes instrumentos para facilitar la enseñanza telemática (como los recursos del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado, el INTEF), y activó el portal ‘Aprendo en Casa’, desde el que se canalizan herramientas y materiales destinados al profesorado, a los estudiantes y a sus familias. Esta web ha recibido más de 350.000 visitas y un tráfico diario de páginas vistas que supera los 15 millones. De forma paralela se puso en marcha, en colaboración con Radio Televisión Española, la programación ‘Aprendemos en casa’, una iniciativa dirigida a alumnos de 6 a 16 años que ha llegado a casi once millones de espectadores, además de un repositorio de vídeos educativos en la web EDUCLAN, dependiente de RTVE, para los escolares de entre 3 y 10 años.

El ministerio y las comunidades autónomas también han distribuido entre el alumnado más vulnerable de Bachillerato y de Formación Profesional un millar de smartphones, 2.400 tablets, 131 equipos informáticos, 23.000 tarjetas de acceso a internet y 1.500 calculadoras científicas aportadas por diversas empresas tecnológicas, con el fin de facilitar a estos estudiantes los medios necesarios para la educación a distancia y online.

Por otra parte, durante el periodo de confinamiento se han aprobado ocho disposiciones, como la relativa a la flexibilización de las enseñanzas, y se han adoptado relevantes acuerdos, como el alcanzado en la última Conferencia Sectorial de Educación para crear un grupo de trabajo que tiene como cometido diseñar planes de contingencia para abordar el inicio y desarrollo del próximo curso escolar.